viernes, 25 de septiembre de 2009

ISABEL CRISTINO RENO (VENEZUELA)«Dejé de ser policía secreta tras el golpe de Estado de Chávez»



Lleva dos años viviendo en Vigo, donde estudia diseño gráfico y escribe poemas

Un día dijo adiós a las armas y ahora se le da por escribir poesías. Era una mujer policía cuando en Venezuela gobernaba Carlos Andrés Pérez. De aquellos años, en los que decidió vivir peligrosamente, conserva la huella de una herida en una pierna. Fue una bala fría la que pudo acabar con su vida, si el peligroso criminal, que le disparó en un callejón, hubiese tenido mejor puntería. También utiliza el mismo apodo que tenía como agente secreta para firmar sus poemas. El nombre de Yanisbeth es en realidad Isabel Cristino Reno Marcano, natural de Cumaná, en el estado venezolano de Sucre. Desde que tomó el camino de la emigración han pasado dos años y lo hizo a Vigo, porque estaba en su punto de mira.
Su etapa en la que usaba pistola prolongó durante una década en la policía científica. «Actuaba de forma encubierta para investigar crímenes y delitos de narcotráfico. Lo dejé cuando se produjo el golpe de Estado de Hugo Chávez, porque era muy fuerte la presión que se ejerció después sobre nuestro cuerpo policial, debido a que lo consideraban directamente adscrito al anterior presidente y, a los que formábamos parte del servicio de inteligencia, nos tacharon de policía política. Estaba sufriendo una contravigilancia, no tenía vida privada y me fui», argumenta.

Dice que su arma reglamentaria era una pistola Beretta italiana. También practicó artes marciales. «Participé en muchas persecuciones. Los barrios de Caracas son un submundo de delincuencia. Una vez me acorralaron en un callejón y me alcanzó una bala en el muslo de una pierna, pero me llegó fría y, aunque me sentí morir, no sufrí un daño irreparable».Siguió en Caracas, pero se dedicó al sector turístico otros diez años en La Guaira. Estaba contratada por una agencia de viajes y le programaba excursiones a los turistas, lo que le permitió viajar por todo el país. Ese contacto con los extranjeros, sobre todo españoles, le fue predisponiendo a la emigración. «Me decían que España era un país muy bueno para vivir y, como la situación en Venezuela se había puesto difícil, decidí hacer las maletas. Me acompañó en esta aventura una hermana con la que vivo aquí. Elegimos Galicia, porque la mayoría de los inmigrantes que hay en mi país son gallegos, incluso le llamábamos así a los demás españoles. Además, pensamos que nos iban a recibir muy bien, porque en Galicia saben mejor que nadie lo que es la emigración», explica.

Una búsqueda en Internet les puso ante sus ojos la ciudad de Vigo y coincidió con sus gustos. Isabel Cristino estuvo trabajando en hoteles y ahora estudia diseño gráfico, mientras que su hermana consiguió un empleo en una empresa de seguridad de alarmas.Desde que vive aquí despertó en su interior un sentimiento poético, que va plasmando en numerosos poemas que ya ha escrito. «En Venezuela nunca había sentido esta inspiración, aunque me gustaba leer, pero jamás se había dado por escribir», señala.
Escrito por: Xulio Vázquez

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