domingo, 6 de septiembre de 2009

La crisis obliga a familias con niños a recurrir a los comedores sociales


VIGO ESPAÑA

El de la calle Brasil es el único que abre en fin de semana.
foto: J. Martínez
Empresarios arruinados o licenciados en paro ya utilizan este servicio
No sólo transeúntes o personas sin hogar recurren a los comedores sociales, cuyo número de usuarios en la ciudad se ha ido incrementando hasta los 140 en cada comida. El centro de “Vida Digna” –que tiene ayuda municipal y de Caixanova– es la única asociación no religiosa que presta el servicio los fines de semana y ha comprobado que son varias las familias con niños que acuden los sábados y domingos a la calle Brasil como alternativa para “llegar a fin de mes”.
“Tratamos de juntarlos en el mismo espacio para que se sientan cómodos”, explica la educadora social, que también ha encontrado a la mesa últimamente “empresarios arruinados, con problemas con los socios, o gente con un currículo que te preguntas ¿cómo ha llegado hasta aquí?”, razona.
Este perfil, no tan habitual, se suma a los vendedores ambulantes, a la gente que trabaja en las descargas en el Puerto o sin techo que acuden a comedores benéficos. Aunque la cifra desciende en verano, nunca hay menos de un centenar de personas, explica la educadora: “Desde que abrimos este año, el número de usuarios se ha ido incrementando”.
Pero precisamente por este último grupo de personas sin hogar se muestran especialmente preocupados. “Es una espiral. No pueden normalizar su vida. La mitad de la gente que viene y vive en la calle, ¿cómo va a encontrar un trabajo?¿Dónde van a ducharse o a descansar para trabajar si no tienen ni una cama?”, se preguntan.
Las 27 oenegés que integran la red social Galicia sur explican que “no se puede seguir negociando con la pobreza; las entidades que trabajamos cerca de la gente nos damos cuenta de que personas que ahora llegan a los comedores sociales hasta ahora tenían una vida normal”.
E. OCAMPO

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