domingo, 21 de febrero de 2010

Sabores de América criolla, amor entre ollas y sartenes



Diario:
FARO DE VIGO


En la fotografia:
Algunas de las 24 autoras latinas del libro
"Sabores de América criolla".


Fotografo:
J. Lores


Reportaje de:
FERNANDO FRANCO



Recuerdo haber leído años ha que la nacionalidad no la determina el lugar donde uno vio la luz por vez primera, sino los sabores y los olores que nos acompañan desde niños. Esa es una básica geografía emocional que une a las 24 mujeres que se suceden en este libro, "Sabores de América criolla", que publica estos días la Asociación de Madres Latinas de Vigo con ayuda de la Diputación de Pontevedra. Diríamos que esa memoria gustativa y olfativa es la patria común más íntima que las habita aunque hayan nacido en Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Nicaragua, Perú, Uruguay, Paraguay, Venezuela, México, República Dominicana, Panamá, Guatemala y Bolivia. Y es que en cuestiones de cocina, como en las del amor, no existen fronteras. Somos la memoria de la cocina, de la mesa, de un restaurante, de una bodega. Somos los aromas que hacen con nosotros el viaje de la vida. Desde que se inventaron las cocinas vitrocerámicas y la cultura urbana sustituyó a la rural no pasa lo mismo, pero las mujeres que se pasean por este libro, muchos de nosotros y sobre todo nuestros mayores pasaron los primeros años de su vida junto al fuego de la cocina de sus madres o de sus abuelas, tirando de sus faldas mientras ellas se movían como sacerdotisas en aquel recinto sagrado.

Tortitas, tamalitos, pepianes en México, arepas o hallacas en Venezuela, los asados argentinos, la feixoada brasileña, el chicharrón boliviano, las empanadas barranquilleras colombianas, el congri con frijoles colorados cubano, arroz con gandules y coco dominicano, la sopa con tropezones paraguaya, Bori-Bori, los tapaditos guatemaltecos, el ceviche peruano… Hay platos que se han mantenido incólumes, autóctonos, pero hay también un mestizaje gastronómico entre países latinos y entre ellos y España, que tanto tuvo que ver con ellos. Las emigraciones e inmigraciones traen y llevan, entremezclan, reciclan costumbres y saberes. La importancia de la cocina y su poder fraternizador entre pueblos y culturas es el primer mensaje de este encuentro femenino sobre el papel. No es sólo que Dios también esté entre los pucheros, como nos enseñó la mística Santa Teresa (el Dios cristiano pero también los dioses incas, aztecas, mayas…) sino que hay a través de ellos una inmensa posibilidad de transmisión de amor y de recuerdo. Antes de que las televisiones hipnotizaran la atención de nuestros hijos las historias se contaban frente al fuego pero aún hoy, y estas mujeres lo demuestran, es posible escuchar las voces ancestrales de la cocina, las de nuestras madres o abuelas, que ya no están, dictándonos desde el más allá las recetas paso a paso. Sólo hay que aprender a escuchar con los oídos del alma.

Todas son latinoamericanas en Vigo, unas cuantas de ascendencia gallega y española, y ese es otro nexo que las une. Mujeres que conocen tan bien lo que es la emigración y la ruptura que evocan a Ulises femeninas contra las se que se ha desatado sin merecerlo la ira de los dioses, pero con una fuerza ejemplar de construcción y reconstrucción de las vidas. Según se podrá ver en las páginas de este libro, no sólo nos desvelan unos fragmentos de su memoria culinaria en forma de recetas, sino que unos apuntes biográficos sobre cada una de ellas revelan, sorprendentemente, la riqueza de experiencias que puede haber tras cada persona que pasa como un ser anónimo a tu lado. En este sentido, este libro visibiliza a quienes, lejos de su tierra, sufren mayor riesgo de invisibilidad. Es un libro humilde en sus formas pero con un gran mensaje en sus interiores: esos invisibles a los que no miráis tienen detrás historias a veces sorprendentes y siempre emocionantes.

El amor entre ollas y sartenes ¡Qué agradable es llegar a casa, escribía la mexicana Laura Esquivel, entre los aromas de los frijoles recién cocinados, de un rico puchero o un delicioso mole y comerlo sobre un rico mantel con quienes amas! Este libro es como un mantel que se extiende para que todos depositemos fraternalmente sobre el mismo la memoria común de la cocina. Y este es el texto que les ofrezco como prólogo del mismo, ya que esa es la responsabilidad en que me han embarcado, a esas madres latinas de Vigo a las que quiero por lo mucho que suponen.
Publicado: 21 de Febrero 2010